20.6.10

<< ...y que vivo el día a día y no el mañana de ayer>> Sastre de sonrisas.

Hoy vi un hombre de pelo gris y negro, de ojitos tristes y brillosos, de voz sin prisas, de piel suave y arrugada. No era mas alto que mi cuello y sus dos manos se aferraban a dos bastones que soportaban todo el peso de su sabiduría y su cuerpo. Apenas y avanzaba, cada nuevo paso significaba un gran cansancio. Sólo le ayude a librar el obstáculo de una banqueta. Quise permanecer a su lado hasta verlo llegar a su destino pero comprendí que aún sin mi, llegaría. Hoy me quedo con la voluntad de aquel hombre, con la firmeza de cada uno de sus pasos y sus ojos brillosos, acostumbrados a mirar siempre hacia adelante.

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